El embarazo marca el comienzo de una nueva vida. Durante el periodo de gestación la madre se convierte en hogar, refugio y alimento del ser que crece en su interior. El embarazo es un recordatorio tangible de la capacidad que tienen las mujeres para crear, nutrir y dar vida. ¿Cómo no va a ser imprescindible alimentarse de la mejor forma posible en esta etapa de cambio físico, fisiológico y psicológico?

El aporte de nutrientes durante el embarazo es esencial para el desarrollo y crecimiento óptimos del feto, así como para el bienestar de la madre. Los ácidos grasos omega-3, por ejemplo, son fundamentales para la formación del sistema nervioso central del feto. Además, las vitaminas y minerales, como el ácido fólico, el hierro, el calcio y el zinc, desempeñan un papel crucial en el crecimiento de huesos, dientes, músculos y sistema inmunológico del bebé.